Médico Especialista en Anestesiología y Reanimación
Médico Especialista en Medicina Interna
Trabajo con pacientes que sufren dolor desde hace años. Lo más estimulante como profesional es ver a una persona que recupera su vida, que vuelve a dar un paseo, sale de nuevo con sus amigos o retoma su trabajo.
En definitiva, que llega a olvidarse del dolor o al menos puede convivir razonablemente con él.
Otra de las cosas que he aprendido en los años dedicados al tratamiento de estos cuadros, es que su enfoque debe estar manejado por un equipo de profesionales.
En la mayoría de las personas con dolor crónico, el conjunto rehabilitador–anestesiólogo permite un enfoque óptimo del problema y la obtención de los mejores resultados.
Otra cosa de la que me gusta hablar con mis pacientes con total sinceridad es que no siempre es posible que podamos eliminar el dolor por completo. A veces el objetivo tiene que ser rebajarlo hasta a un nivel aceptable, que no imposibilite realizar una vida dentro de unos límites más o menos normales.
Hoy se habla mucho de la repercusión funcional del dolor, lo que hacías antes y lo que puedes hacer ahora. Mejorar la calidad de vida es nuestro objetivo en el tratamiento del dolor
Médico Especialista en Medicina Física y Rehabilitación
En mi día a día trato con personas con limitaciones funcionales, pérdida de calidad de vida y problemas sociales o profesionales relacionados con el dolor agudo o crónico osteomuscular de cualquier localización.
Para mí no hay nada más gratificante que ayudar a mejorar la vida de estos pacientes haciendo pasar ese dolor a un segundo plano para que así puedan desarrollarse plenamente sin esas limitaciones.
Dado que el dolor es un problema tan complejo de abordar, es fundamental trabajar en equipo para descubrir el origen de este y tratarlo con todos los medios de los que disponemos de la forma más personalizada posible.
Afortunadamente hoy en día contamos con tecnología avanzada que nos ayuda enormemente con esta labor, como las exploraciones ecográficas y otras pruebas de imagen, sin embargo, la escucha al paciente y la valoración física en consulta siguen siendo indispensables para acotar esos diagnósticos de forma más certera y así poder actuar sobre el problema firmemente.
En este tipo de patologías no hay que olvidar la importancia de identificar los precipitantes que han provocado ese dolor para poder reeducar al paciente y prevenir que se vuelva a desarrollar un episodio similar en un futuro.
Comprender, identificar y dar soluciones individualizadas es nuestra motivación como profesionales y nuestra llave para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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